Recientemente me pidieron que compartiera mi declaración de liderazgo. En mi experiencia, mi estilo de liderazgo ha sido formado por los grandes líderes con los que tuve el privilegio de trabajar.

Los grandes líderes son personas capaces de sacar a relucir las mejores cualidades de las personas que les rodean. Crean oportunidades para que otros puedan experimentar y descubrir su propia grandeza. Reconocen el potencial y toman cada oportunidad para aprovechar ese potencial y mostrar las fortalezas de su equipo. Liderar es confiar en que el equipo tiene el conjunto de habilidades y conocimientos que producirán el mejor trabajo. Tienen una visión del proyecto completo, el panorama general, y ellos comunican esa visión a su equipo. Cuando el panorama general está a algunos pasos del estado actual, y los miembros del equipo no pueden ver los resultados finales, confían en el líder y el líder confía en su equipo – todos confían en el proceso. Un líder allana el camino, mostrando no solo el camino sino también destacando los hitos. Un líder comunica cada paso del camino y permite que los miembros del equipo aprendan el camino por sí mismos.

Los líderes crean un ambiente seguro para la experimentación. Conocen que los resultados pueden ser sorprendentes y se apoyan en resultados inesperados. Aceptan que las cosas pueden salir de manera diferente a lo esperado, pero las lecciones aprendidas en la fase de experimentación son más importantes que los resultados de la tarea.

Finalmente, los grandes líderes son buenos oyentes. Cuando todos se sienten vistos y escuchados, el equipo puede lograr la confianza y la armonía. Cuando hay confianza y armonía, ¡hay éxito!